13 enero 2017

Vuelvo por mis estrellas






















En la estancia quedo sin auxilio ni compañía
Rompiendo a cada paso un deseo irrevocable de escapar
De celebrar, desde el hueco de las horas mis ilusiones
Un ermitaño  discurso que me viene amenazando

Sin poder alcanzar siquiera  mi voz en defensa de mi verdad.
De personajes sin remedio, sin respeto por mi adorada soledad.
Sin poder alcanzar,  la promesa de navegar la vuelta al mundo.

Quedó congelada, censurada, extinguida.
Me confieso autora de mi rapto, hasta nuevo aviso.
Hasta que mi delicada memoria se perdone a si misma
Y desde esa hora, nuevamente comience a recoger mis estrellas.

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Aquí siguimos la conversación. Un té, un jugo o solo mirar las estrellas mientras fermenta la noche.