Viene a veces por la noche
Cesa la música y me habla
Toma mi mano, escribe versos
arando el prado blanco de una hoja
Descansan las notas en el piano
Después de hablarle a mi infinito azul marino cerebral
Y me pregunto ¿me entenderá alguien más de lo que yo me entiendo?
Si las paredes hablan y el piano está en silencio
Sigo arando en esta hoja
Arañando palabras doloridas a veces
Y me vuelvo inmune a las sonrisas
Con que el piano me invade al despuntar el sol
Me rodean los dioses de la noche
Me vuelvo flama insoportable
Y arde el papel bajo mis palabras
Arde la mirada, mientras la sonrisa se apaga esta noche.
Mary.
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Aquí siguimos la conversación. Un té, un jugo o solo mirar las estrellas mientras fermenta la noche.